¿Preparados para la invasión zombie? El fin del mundo está cerca, y es momento de ajustar nuestra dieta a las opciones del nuevo mundo. Bien, puede que esto no sea cierto, pero siempre es bueno saber que las proteínas pueden obtenerse de otros alimentos, más allá de las fuentes habituales.
Muchos ya estarán al borde de un colapso nervioso por comer tanta res o a un paso de que le salgan alas de pollo. Si bien estas opciones suelen ser las más fáciles y versátiles de preparar, hay muchas otras —un tanto creativas— de las que puedes obtener los nutrientes necesarios para una dieta sana.
Te traemos una lista de las 4 proteínas alternativas que consumiremos en el futuro.
4 fuentes alternativas de proteína
1. Proteína de algas
¿Es qué sirve para algo más que hacer sushi? Tal vez no sonará muy apetitoso, pero es una fuente de proteína que te provee de ácidos grasos de omega 3 y cuenta con una estructura proteica que mantiene tu comida fresca. Además, su producción también es eco-amigable.
Un portal web sobre alimentación sana estadounidense realizó entrevistas a trabajadores en la industria de producción de algas y descubrieron que, debido a que el alga crece en agua salada y sobrevive en altas temperaturas, la tierra árida que no podría usarse para la agricultura regular puede ser utilizada para producir alga, como en el medio del desierto.
La ventaja de la producción de algas es que usa menos del 1% del agua necesitada para hacer crecer proteínas similares, como la soya. Esto es especialmente importante considerando que muchas de las áreas de crecimiento para este tipo de plantas, han experimentado largos periodos de sequía. De tal forma que, mientras que se aprovechan la mayoría de los suelos ricos y húmedos para otras cosechas, los suelos secos están a la entera disposición para el cultivo de algas.
2. Sacha Inchi
También conocida como “el maní peruano”, el Sacha Inchi es probablemente la proteína más exótica de todas; además puede ser una de las más completas proteínas vegetales del mercado. Entre el 50% y 60% de su contenido es proteína.
¿Qué es lo único malo de esta fuente de proteína? Qué es un poco cara. El suplemento es limitado y la mayoría de ella sólo está importada de lugares como Perú.
3. Lenteja de agua
Seguramente la has visto alguna vez. Es una planta acuática que flota en estanques, como si fuesen motitas verdes. ¿Ah? ¿Es que se puede comer? Sí, y no te imaginas ni la mitad de sus beneficios.
Las lentejas de agua son cosechadas para el consumo humano y contiene un impresionante porcentaje de proteína de hasta un 45% en su estado natural no procesado.
La lenteja de agua generalmente se siembra en una superficie acuosa y húmeda. Como el alga, esta proteína se puede producir casi en cualquier lado. Por si esto fuera poco, esta planta duplica su tamaño cada 16 o 32 horas, por lo que puede ser cortada todos los días. Excelente negocio para quien la produzca, ¿no te parece?
4. Harina de grillo y otros productos a base de insectos
Considerando que mucha gente se enloquece si encuentra una mosca en su sopa, la idea de comer insectos como fuente de proteína suena realmente asquerosa para la mayoría de las personas. Sin embargo, en el 2013 la ONU sugirió a la gente que considerara comer insectos para incrementar los niveles de seguridad alimentaria en un mundo con una población en aumento. Y las proteínas provenientes de insectos han estado en alza desde entonces.
La Organización de Comida y Agricultura de las Naciones Unidas señala que los insectos están ya en la dieta de más de dos billones de personas alrededor del mundo, así que comer insectos no es realmente nada nuevo.
Teniendo en cuenta que el mercado de proteínas de insectos está creciendo, tal vez escojas comerlos más temprano de lo que habías imaginado.
- Eaton, Hilary. These Are the 4 Alternative Proteins of the Future. Para Livestrong. [Revisado en noviembre de 2016].